Soy Como Soy y Qué
(Translation below)
Raquel Valle-Sentíes
Soy flor injertada que no pegó.
Soy mexicana sin serlo.
Soy mexicana sin serlo.
Soy americana sin sentirlo.
La música de mi pueblo,
la que me llena,
los huapangos, las rancheras,
el Himno Nacional Mexicano
hacen que se me enchine el cuero,
que se me haga
un nudo en la garganta,
que bailen mis pies al compás,
pero siento como quien
se pone sombrero ajeno,
los mexicanos me miran
como diciendo,
"¡Tú no eres mexicana!"
El Himno Nacional de Estados Unidos
también hace que se me enchine el cuero,
que se me haga un nudo en la garganta.
Los gringos me miran
como diciendo,
"¡Tú no eres americana!"
Se me arruga el alma.
En mí no caben dos patrias
como no cabrían dos amores.
Desgraciadamente
no me siento ni de aquí ni de allá.
Ni suficientemente mexicana,
ni suficientemente americana.
Tendré que decir,
"Soy de la frontera,
de Laredo,
de un mundo extraño,
ni mexicano ni americano
donde al caer la tarde
el olor a fajitas asadas con mezquite
hace que se le haga a uno agua la boca,
donde en el cumpleaños lo mismo cantamos
el Happy Birthday que Las Mañanitas,
donde festejamos en grande
el nacimiento de Jorge Washington
¿quién sabe por qué?
donde a los foráneos
les entra culture shock cuando pisan Laredo
y podrán vivir cincuenta años aquí
y seguirán siendo foráneos,
donde en muchos lugares
la bandera verde, blanco y colorada
vuela orgullosamente al lado de la red,
white and blue."
Soy como el Río Grande,
una vez parte de México,
una vez parte de México,
desplazada.
Soy como un títere
jalado por los hilos
de dos culturas que chocan entre sí.
Soy la mestiza, la pocha, la Tex-Mex,
la Mexican-American, la hyphenated,
la que sufre por no tener identidad propia
y lucha por encontrarla,
la que ya no quiere cerrar los ojos
a una realidad que golpea, que hiere,
la que no quiere andarse con tiento,
la que en Veracruz defendía a Estados Unidos
con uñas y dientes,
la que en Laredo defiende a México
con uñas y dientes.
Soy la contradicción andando.
En fin como Laredo,
soy como soy y qué.
.
.
I Am What I Am. So What?
I am a grafted flower that didn't take.
I am a Mexican without being one.
I am an American without feeling like one.
The music from Mexico,
the one that completes me,
the huapangos, the rancheras,
the Mexican National Anthem
give me goose bumps,
a lump in my throat
and make my feet tap to the beat,
but I feel like I'm wearing
a borrowed hat.
Mexicans look at me
as if saying,
"You're not Mexican!"
The "Star Spangled Banner"
also gives me goose bumps,
a lump in my throat.
Gringos look at me
as if saying,
"You're not American!"
My soul crumples.
My heart has no room for two countries
as it has no room for two lovers.
Unfortunately,
I belong neither here, nor there.
Not Mexican enough,
not American enough.
I'll have to say,
"I'm from the border,
from Laredo,
from a strange place
not Mexican nor American,
where at sunset
the smell of fajitas grilled over mesquite
makes my mouth water,
where at a birthday party we sing
Happy Birthday and Las Mañanitas,
where we greatly celebrate
George Washington's birthday
without knowing why,
where outsiders get culture shock
and can live here fifty years
and still be outsiders,
where in many places
the green, white and red flag
waves proudly alongside the red,
white and blue."
I'm like the Río Grande,
once a part of México
displaced.
I'm like a puppet
jerked by the strings
of two cultures that clash.
I'm la mestiza, la pocha, la Tex-Mex,
la Mexican-American, la hyphenated
who suffers for not having her own identity,
who no longer wants to close her eyes
to a reality that strikes her, that wounds her,
who no longer wants to bite her tongue,
who in Veracruz defended the United States
with tooth and nail,
who in Laredo defends México
with tooth and nail.
I'm the walking contradiction.
In other words like Laredo,
I am what I am. So what